Una vez que hayas colocado un piercing en cualquier parte del cuerpo debes tener en cuenta la posibilidad que aparezca un queloide que es una alteración dérmica que puede causarte algunas incomodidades ya que, entre otras cosas, son muy desagradables a la vista.
Los queloides poder ser causados por factores genéticos o por hecho de no haber tenido los cuidados adecuados y suficientes durante el proceso de cicatrización. Por ello lo más indicado es que si estás pensando hacer una perforación en tu cuerpo tomes todas las previsiones del caso para evitar que esto suceda. Aquí te vamos a dar todos los consejos.
Ahora bien, si estás aquí porque has detectado un queloide y quieres saber cómo proceder para resolver situación o conocer cuáles son consecuencias para la salud, también vamos a incluir en este post la información necesaria al respecto.
Contenido
¿Qué es un queloide piercing?
Algunos piensan que un queloide es una cicatriz cuando se trata más bien de un tipo de crecimiento dérmico irregular que se produce cuando no ha cicatrizado correctamente la perforación del piercing. En todo caso podríamos decir que se trata de una cicatriz mal curada.
Los queloides se caracterizan por su carácter antiestético, pues son de muy mala apariencia y pueden llegar a asumir color rojizo o purpura. Sus causas son variadas, pueden ser por factores genéticos o por hecho de alguna alteración en el proceso de cicatrización debido a que no se han tenido los cuidados adecuados.
La apariencia del queloide puede variar de una persona a otra pero generalmente se presenta como un abultamiento irregular que contrasta con el color de la piel, su textura es rugosa. Una buena noticia es que los queloides no representan ningún riesgo para la salud, sus afectaciones son más de carácter estético. Pero aun así nadie quisiera tener uno.
Causas del aparecimiento de un queloide
Cuando existe una perforación en la piel las células se activan y producen lo que se conoce como tejido cicatrizal para intentar reparar la lesión. Pero ocurre que en algunos casos el tejido cicatrizal se sigue produciendo una vez que la herida ha sanado por lo que este tejido adicional se acumula alrededor del lugar donde estaba la herida ocasionando al abultamiento.
Las causas de ese fenómeno son muy diversas, a continuación vamos a señalar las principales:
- Factores genéticos
Aunque la comunidad científica no ha logrado explicar del todo cuáles son específicamente los factores genéticos ya está comprobado que las personas que tienen familiares que han desarrollado queloides están más propensos a ellos.
- El color de la piel
Según algunos estudios las personas con la piel oscura tienen un 20% más de probabilidades de padecer de esta deformidad en la piel
- La edad
Las personas menores de 30 años especialmente los adolescentes son más propenso a los queloides.
- La falta de higiene y cuidados
Aunque no seas de piel oscura, seas mayor de 30 años y no tengas antecedentes hereditarios aun así puedes padecer de un queloide si luego de colocarte un piercing no tienes los cuidados y la higiene personal adecuados durante el periodo de cicatrización.
Recomendaciones para prevenir un queloide piercing
En realidad los factores genéticos representa un porcentaje muy reducido de los queloides, en la mayoría de los casos se deben a factores de higiene y cuidado del piercing, esto significa por tanto que se pueden evitar poniendo en práctica las recomendaciones que señalamos a continuación.
- Procura que el diámetro y el peso de la joya sean los adecuados para la anatomía de lugar donde vas a colocar el piercing.
- Evita que el perforador use la pistola para abrir los agujeros, especialmente si se trata de una zona cartilaginosa. Es mejor usar la aguja hueca o catéter.
- Hasta que la herida no haya sanado completamente hay que resguardarle de golpes o jalones bruscos.
- Evita tocar el piercing constantemente y cuando lo hagas debes tener las manos limpias
- En el caso de los piercing en la oreja hay que evitar en la medida de lo posible el contacto de la herida con los teléfonos celulares y auriculares.
- Al dormir ten cuidado que la joya no se enrede con las sabanas y almohadas, esto puede ocasiones desgarro. Del mismo modo, durante los primeros meses es inadecuado ejercer algún tipo de presión sobre la herida.
¿Qué hacer en caso de que aparezca un queloide piercing?
Si detectas la formación de un bulto pronunciado que sea doloroso al tacto y que tenga un color distinto al color natural de tu piel posiblemente tengas un queloide. Pero no te preocupes, existen soluciones para resolver esta situación.
Pero debes ser muy cuidadoso una vez hayas descubierto la protuberancia. Lo primero es evitar reventar el bulto lleno de pus, si lo haces favoreces la proliferación de bacterias que complicarían la situación. Tampoco es conveniente el uso de alcohol u otras sustancias antisépticas que no hayan sido recomendadas por el médico. Y por favor, no se te ocurra retirar la joya pues en muchos casos ella puede ser la única vía de drenaje del queloide.
Lo mejor es acudir al médico para tener un diagnóstico preciso y confirmar si ciertamente se trata de un queloide y siendo así te indique el tratamiento a seguir.
¿Cuáles son los tratamientos médicos del queloide piercing?
Existen distintas alternativas para reducir e incluso eliminar por completo los queloides piercing, el tipo de tratamiento depende las consideraciones del médico y del tipo de abultamiento. Algunos optan por recomendar tratamiento a través de medicamento mientras otros pueden tomar partido por la intervención quirúrgica inmediata.
Entre las posibles soluciones que el medico te puede recomendar estas son las más frecuentes:
- Si lo que se decide es reducir el tamaña de la extraña cicatriz se puede optar por la inyección de corticosteroides
- En el caso de queloides pequeños usualmente se aplica un tratamiento llamado crioterapia que consiste en congelar la cicatriz.
- Algunos médicos confían en usar masajes de silicona o gel sobre el queloide para aplanarlo y reducir su tamaño.
- Entre los métodos más modernos y recientes conseguimos la terapia laser que además de aplanar la cicatriz puede eliminar el color rojizo o purpura que resulta tan incómodo.
- La intervención quirúrgica se aplica en aquellos casos en los que se considera que se puede cortar y eliminar por completo el queloide. No siempre es así.
- El algunos casos es posible que luego de la intervención quirúrgica el queloide reaparezca por ello la cirugía se complementa con un tratamiento que consiste en ejercer presión sobre la zona para reducir el flujo sanguíneo.